Se acerca el verano y con él, las vacaciones, los paseos y los días calurosos, pero es en estos días cuando las altas temperaturas y las actividades al aire libre, hacen que pasemos por alto algunos de nuestros hábitos alimenticios saludables; es por ello que, a lo largo de este artículo, voy a daros unos pequeños consejos para seguir cuidando tu alimentación y la de tus peques durante este periodo estival.
1.- Fracciona las comidas
El verano suele ser un período caracterizado por las salidas, paseos y el aumento de la actividad física, por lo que las comidas copiosas podrían producir digestiones más pesadas y, si esto ocurre, una alternativa es aumentar las veces que le ofrecemos comida a los peques durante el día. Esta práctica es ideal, para fomentar el consumo de frutas tomando en cuenta siempre el apetito del niño, de forma que las comidas se tornen más ligeras, frescas y nos ayuden a evitar así las posibles comilonas.
Con esto, no sólo haremos que se sientan mejor, sino que ayudaremos a que las digestiones sean más rápidas y esto nos vendrá de perlas para no tener que hacerles esperar horas antes de bañarse en la playa o la piscina.
2.- ¡Agua y más agua! la mejor hidratación.
Todos sabemos que estar bien hidratados es fundamental para compensar la pérdida de líquidos por las altas temperaturas (y para combatir episodios de deshidratación). Pero no caigamos en el error de darles refrescos o zumos azucarados, el agua siempre será nuestra aliada y la mejor opción al hablar de hidratación.
Como alternativa, también podemos optar por bebidas refrescantes como las aguas saborizadas, preparadas de forma casera: agregando al agua plantas aromáticas o exprimiendo un poco de zumo de frutas naturales, de manera que podamos darles una opción divertida y diferente.
3.- No te olvides de las legumbres
Es frecuente pensar que, con las altas temperaturas y los paseos, las legumbres y platos de cuchara que comías hace unos meses no les resulte apetecible. Y es que lógicamente si nos toca elegir vamos a echar mano a preparaciones más frescas y con menos cocción. Pero, ¡ojo!, esto no quiere decir que vayamos por productos empacados (y ultra procesados) ni que por no hacer guisos vamos a dejar de comer legumbres. Existen miles de recetas para seguir comiendo legumbres y vegetales con preparaciones rápidas y frescas, como ensaladas, gazpacho, kebabs caseros, tortillas, hummus y muchas más.
4.- Aprovecha las frutas de la temporada
El verano viene cargado de una gran variedad de frutas y es el momento ideal para aprovecharlas AL MAXIMO. Enteras, partidas en trocitos, mezcladas entre sí o junto con yogurt o kéfir, siempre son una opción rica y jugosa.
Otra excelente idea es congelar tus frutas favoritas en trocitos para luego batirlos con yogur, de esta forma lograrás una textura de helado en una merienda saludable. Saca a volar tu creatividad y la de tus niños con divertidos helados caseros, combinando frutas y sabores, ¡será genial!
5.- ¡Menos consolas y más deportes!
El tiempo se presta para activarte junto a tus peques con deportes y actividades al aire libre, desde senderismo o caminatas bordeando la playa, hasta pádel surf, vóley playa o bicicleta. Es la oportunidad de compartir con tus hijos y activar los músculos de manera divertida.
Sin duda el verano está para disfrutarlo al máximo y para compartir, no te decimos que debas pasar horas en la cocina, esto no está reñido con comer saludable. La educación alimentaria es una de las bases para mantener sanos a nuestros peques y nuestra familia en general, ayúdales a ello y disfrutad del buen tiempo.
¡A por el verano!
