El famoso batch cooking del que tanto oímos hablar en las redes sociales, es el proceso de preparar a la vez varias recetas para consumirlas en los días siguientes, almacenarlas correctamente y combinarlas entre sí para obtener distintos platos. Pero ¡ojo! el batch cooking no contempla el comer lentejas toda la semana.
El éxito de esta técnica se debe a sus múltiples ventajas, como ahorrar tiempo en la cocina, preparar menús de mayor calidad nutricional, planificar mejor la compra semanal, minimizar el desperdicio de alimentos y evitar la improvisación.
Puede parecer imposible concentrar en dos o tres horas los platos de siete días, pero lo cierto es que es bastante sencillo si tenemos planificación. La clave es optimizar al máximo los recursos y cocciones de los alimentos.
¿Cómo ponerlo en práctica?
La primero que debes tener claro es pensar qué quieres preparar, como será tu menú alimenticio, ya sea a partir de lo que ya tienes en casa o empezar desde cero elaborando una lista de compra. A continuación, te daremos algunos consejos claves para que te animes a probar esta exitosa técnica y enamorarte de sus grandes ventajas:
Planificar: Este paso es imprescindible y determinante. Puedes hacerlo en tus ratos libres o en las noches, ve tomando nota de las preparaciones y las meriendas hasta tener el menú de la semana siguiente. De allí, tendrás tu lista de compra para acercarte al supermercado preferiblemente un día antes de cocinar.
Optimizar tus recursos. Si vas a cocer, pon a calentar agua mientras cortas los ingredientes. Utiliza varios fuegos a la vez para ir optimizando el tiempo. Utiliza la rejilla y las bandejas de horno para hacer varias elaboraciones a la vez.
Envases adecuados. Una vez cocinados puedes guardar los alimentos por raciones para cogerlos directamente de la nevera cuando toque. Necesitarás envases herméticos a ser posible de cristal, fiambreras con compartimentos para la oficina y bolsas zip, muy prácticas para congelar cuando sea necesario.
Prepara las bases. Arroz, legumbres y sofritos son la base de muchos platos. Cocínalos y guárdalos en la nevera para cuando te haga falta.
Refrigerar. Deja que las preparaciones se enfríen antes de meterlas en la nevera. Si lo haces en bolsas zip, extrae bien el aire antes de cerrarla.
Consejos para un Bach Cooking saludable:
- Incluye en tu menú semanal mínimo dos tipos de verduras para que te sirvan de guarnición. Entre las verduras que aguantan bien en la nevera por varios días están: el brócoli, la coliflor y la zanahoria.
- Selecciona 3 variedades de fruta que te gusten para incluir en tus preparaciones, para el postre o la merienda.
- Aprovecha el tiempo. Si estás usando el horno para hacer una carne, puedes meter en la parte baja del horno unas verduras. Aprovecha todos los recursos usando el vapor de una cocción para mantener caliente otra.
- Incluye dos guisos de cuchara, un plato de carne y dos de pescado (o al revés).
- Los huevos, el atún y el pollo son proteínas muy versátiles. Tenlos siempre en tu despensa.
- Puedes dejar preparadas las vinagretas y otros aliños, pero consérvalas en botellitas o recipientes de cristal hasta el último momento. La comida se conservará mejor y no se reblandecerá.
La creatividad junto con la planificación son dos factores claves para lograr un bath cooking exitoso. Te invitamos a que pruebes esta técnica y verás que el tiempo que te ahorras cocinando entre semana, lo podrás disfrutar al máximo con tu familia, practicar algún deporte o relajarte con tu hobbie favorito. ¡Anímate!