Desde nuestro gabinete tenemos claro que desde el momento en el que una persona se le diagnostica una demencia, como puede ser la enfermedad de Alzheimer, esta no solo la padecerá ella si no todo su entorno; en concreto, la persona encargada de su cuidado. Por ello, ofrecemos una evaluación neuropsicológica exhaustiva, un plan de tratamiento no farmacológico individualizado orientado a la estimulación cognitiva de áreas como el lenguaje, atención, memoria, funciones ejecutivas etc.; pero también, ofrecemos sesiones orientadas al cuidador, proporcionándole información sobre la enfermedad, herramientas psicológicas para entender el comportamiento de su familiar y poder sobrellevar la situación lo mejor posible y evitar así la sobrecarga a la que se ve sometida.