El objetivo del tratamiento desde la Terapia Ocupacional en aquellas personas que han sufrido un ICTUS o ACV es maximizar la autonomía para desempeñar sus actividades básicas e instrumentales de la vida diaria, como la ducha, aseo, vestido, uso del retrete, deambulación, transferencias, alimentación, cuidado del hogar, manejo de su medicación, salir de casa, así como el resto de sus áreas ocupacionales.
El ictus es una enfermedad cerebrovascular que se produce por la disminución u obstrucción del flujo sanguíneo (isquemia cerebral) o la rotura de una arteria o vena cerebral (hemorragia cerebral). Al no llegar la sangre al cerebro de una manera adecuada, la función de la parte del cerebro que ha quedado afectada se puede alterar de forma transitoria o permanente pudiendo generar secuelas tales como parálisis (hemiparesia o hemiplejía), alteraciones de las funciones físico-funcionales, sensitivas, cognitivas y del lenguaje.
El objetivo del tratamiento desde la Terapia Ocupacional en aquellas personas que han sufrido un ICTUS o ACV es maximizar la autonomía para desempeñar sus actividades básicas e instrumentales de la vida diaria. Para ello, se trabaja de forma minuciosa mediante la rehabilitación de las capacidades funcionales y de desarrollo de nuevas habilidades y destrezas de desempeño que deriven en la independencia de la persona.
Además de eso, valoramos las oportunas adaptaciones del entorno, así como los elementos de apoyo personalizados, que puedan ayudar en la autonomía del paciente dentro de su hogar.
Tratamiento en las distintas fases:
>> En la fase aguda: Debemos enseñarle la movilidad dentro de la cama y entrenar las transferencias desde la cama a la silla y viceversa, ofrecer las indicaciones para el posicionamiento de su cuerpo y su brazo pléjico o afecto.
Se trabaja la reeducación de las actividades básicas de la vida diaria tales como el aseo, alimentación, vestido…etc, adaptándolas para hacerlas más accesibles.
Además, hay que incluir actividades para trabajar el control del tronco en sedestación (sentado), el control cefálico, así como la estimulación motora, sensitiva y propioceptiva del miembro superior que ha sido afectado.
>> En fase subaguda: Debemos trabajar el control del tronco en diferentes planos. Realizar actividades que impliquen estar en bipedestación o desplazamiento corto. Estimulación del brazo afecto a través de actividades graduadas. Re-educación de actividades de la vida diaria más complejas. Seguimos trabajando la estimulación motora, sensitiva y propioceptiva.
>> En fase crónica: Nos centramos en la torpeza de la mano como: dificultad en la motricidad fina(el uso de los dedos), discriminación táctil, problemas de propiocepción, principalmente en la mano. También se trabajan actividades instrumentales (lavar la vajilla, hacer la cama). En algunos es necesario la utilización de una férula para favorecer la pinza digito-digital y pinza tridigital, esta férula la dejan de usar cuando consiguen realizar la pinza bidigital por ellos mismos.
La meta final de nuestra Terapeuta Ocupacional Elena García Mateo es la integración óptima del paciente dentro de su entorno familiar y social, con el mayor grado de autonomía posible. Si has pasado por esta patología o tienes un ser querido que tienes limitaciones con su autonomía básica diaria solicita una evaluación inicial gratuita o una cita directamente con nuestra terapeuta, te aseguramos que notarás los avances desde la primera sesión.