Llega el buen tiempo, y con él, las sandalias, chanclas y suecos; Y es que, de la misma manera que sacamos nuestra ropa de verano y guardamos la ropa de invierno, nuestros pies salen a la luz después de haber estado meses bajo calcetines, botas y calzados cerrados. Por ello, nuestra podóloga Mari Carmen Granizo ha preparado una serie de consejos para que prepares tus pies ante la llegada del verano.
¿Cómo debemos preparar los pies para el verano?
Una Quiropodia es lo ideal
Es recomendable, antes de comenzar a usar calzados de verano, realizar una visita al podólogo. Este profesional, realizará una quiropodia, es decir, una evaluación podológica general para determinar si existen posibles patologías que deban tratarse, iniciando así la preparación de los pies. Eliminará las durezas de la planta de los pies y talones y continuará con un tratamiento de hidratación para proteger nuestros pies de los agentes externos.
Es muy importante que sea un podólogo quien elimine las durezas, hiperqueratosis o grietas en los pies, así como también callosidades (también llamadas ojos de pollo, clavos, etc., de manera coloquial) ya que lo hace mediante la utilización de bisturís, lo que le permite realizar el tratamiento con gran precisión y detalle.
Seguidamente, se realiza el corte de uñas, utilizando alicates y tijeras podológicas de gran calidad y corte, consiguiendo gracias a ello, un corte preciso y recto que evitará la aparición de uñas encarnadas u hongos en las mismas.
Recomendaciones del podólogo:
Una vez realizada la sesión con el podólogo, mantenerlos en buenas condiciones será más sencillo siguiendo las siguientes recomendaciones:
- Utiliza agua fría para lavarlos y asegúrate de pasar la toalla después, hasta que queden completamente secos.
- Mantenlos hidratados. Es esencial que cuidemos los pies a diario, con una crema hidratante que se corresponda a nuestro tipo de piel.
- Los polvos de talco son una solución fantástica para luchar contra las rozaduras y ampollas. Sobre todo, con zapatos apretados, bajos o de tiras, las heridas aparecen más fácilmente. Por ello, aconsejamos esparcir talco por los pies, antes de calzarse, para proteger las zonas de fricción
- No abuses de las chanclas y sandalias, un uso prolongado afecta a nuestras rodillas, espalda o planta del pie. No es aconsejable realizar caminatas con este tipo de calzado, apenas tiene sujeción y podemos sufrir problemas a nivel muscular como fascitis o tendinitis. Por lo tanto, no es recomendable llevar chanclas fuera de playa o piscinas, para evitar caídas o traspiés, heridas o rozaduras, aparición de dedos en garra.
- Con la llegada del verano, es muy frecuente esmaltar las uñas de los pies, algo no muy recomendable si se hace de manera continuada, las uñas necesitan respirar y no se pueden poner capas de esmaltes unas encima de otras o abusar de los esmaltes permanentes. Se debe alternar su uso.
- Camina al menos 30 minutos al día, favorece la circulación venosa y evita la aparición de edemas o inflamaciones.
- Cuidado con el sol. No podemos pasar de tener nuestros pies cubiertos todo el día, a exponerlos directamente al sol. ¿No te ha pasado, que se te quemen los empeines? Debemos cuidar y utilizar protección solar los primeros días, porque podemos sufrir quemaduras e incomodidades
Si notas cualquier tipo de lesión, picazón o dolencia en los pies (olor desagradable, aparición de dedos en garra, cambios en el color de las uñas, hongos, etc.) no dudes en consultar con nuestra podóloga Mari Carmen Granizo, quien te evaluará para aplicarte el tratamiento adecuado y evitar posibles patologías.